8 consejos para alargar la vida de tus bikinis y bañadores.
1. Cloro, enemigo letal.
El agua clorada es el enemigo número uno de las prendas elásticas. El cloro, además de debilitar los elásticos, erosiona los colores. La operación de salvamento empieza nada más salir del agua. Y a contrarreloj. Después de cada uso hay que enjuagarlo con agua dulce para eliminar las partículas de cloro.
2. Lavar, ¿con o sin jabón?
Si solo lo hemos usado para nadar, con enjuagarlo con agua del grifo basta. De habernos pasado todo el día vuelta y vuelta en la toalla, no basta con dar un agua, hay que lavar con jabón neutro.
Aunque son prendas “todoterreno”, que te acompañan a cualquier tipo de plan, no dejan de ser prendas delicadas.
3. Lavadora, secadora y suavizante, jamás!
El consejo más importante sobre la longevidad de los trajes de baño es evitar el lavado en la lavadora. La centrífuga debilita la calidad del material, el color y la superficie de los hermosos accesorios. Los materiales más especiales, como los colores metálicos y de neón, son más sensibles y requieren más atención. Nada de suavizante porque también devora los elásticos.
4. Evita de arrugarlos
¿Cuántas veces has lavado tu ropa de baño, y al terminar, lo has escurrido arrugándolo y retorciéndolo para que suelte el exceso de agua? Este gesto común es otro de los grandes enemigos de los bañadores. Aunque son tejidos elásticos, cuando hacemos esto lo que estamos provocando es que el tejido se resienta.
Si quieres eliminar el agua antes de tenderlo, lo ideal es que lo dobles entre las manos y aprietes las palmas una contra otra para retirar el agua que sobra. Si no retuerces el tejido, no lo debilitirarás y evitarás que pierda su resistencia.
5. Cremas solares
¿Se te ‘pasan’ las gomas con demasiada frecuencia? Fíjate si al ponerte el protector solar rozas sin querer el traje de baño. O peor aún, los que se limpian la crema de las manos contra el bañador. Muchas veces me han dicho ‘mira como tengo la braguita del bikini o la parte de atrás del bañador’ y se ven claramente dos círculos donde el tejido está comido. Por eso insisto en lavar bien el producto antes de guardarlo. No hacerlo bien explicaría que al sacarlo al año que viene no quede ni rastro de elásticos.
Algunas cremas y aceites de protección solar pueden dañar profundamente el tejido, por lo que se recomienda que leas la etiqueta de protección solar antes de usarlos.
6. Secar a la sombra
Aunque parezca mentira el sol se la tiene jurada a los elásticos. No se trata de tirarse todo el día bajo la sombrilla, pero sí de tratar evitar secarlo después del uso al sol, que es además un gran enemigo del color y lo va aclarando poco a poco.
Evita secadoras y tendederos donde la luz del sol le dé de forma directa.
7. Nunca en bolsa de plástico
Sí, lo sabemos, es un engorro meter la ropa de baño empapada en una bolsa. La tentación de meterlo en una bolsa de plástico es grande. Puede usarse un compartimento estanco si solo se va a llevar en el trayecto hasta casa. Si vamos a tardar más, mejor escurrirlo bien y envolverlo en la toalla. Bajo ningún concepto meterlo mojado en una bolsa de plástico y dejarlo en el coche a pleno sol.
8. Atenta al spa
Los spas urbanos, con su agua clorada caliente y bien cargada de fungicidas no le hacen ningún bien a tu bañador. Ponte el modelo más viejo de tu armario para no lamentarlo.
Sabemos que durante las vacaciones, parece agotador y aburrido lavarse el traje de baño después de usarlo, pero las aguas del mar salado y las piscinas de cloro pueden con el tiempo dañar gravemente la calidad del color y el tejido que el bikini pierde flexibilidad, por lo que se recomienda lavarlo inmediatamente después de usarlo. Enjuague con agua fría o tibia. La forma más sencilla de hacerlo es ducharse en la playa con un traje de baño.
¿Qué te han parecido los consejos? Espero que tus bañadores y bikinis te acompañen durante muchas temporadas de baño con estos trucos. Si tienes cualquier duda, solo tienes que escribirme al info@norachantre.com y te contesto lo antes posible.